No basta con la ideología del amor al prójimo

Ing. Ramón Rosales Córdova

No basta con la ideología del amor al prójimo, los buenos sentimientos, ser de buen corazón, claro que son necesarios los buenos sentimientos, ahora no se trata de desairarlos o menospreciar dichas actitudes, pero podemos tenerle mucho amor al prójimo y no proveerlo de nada más que amor, y con este amor no se alimentará ni el solo, mucho menos a su familia. Se habla de una disminución de la pobreza, pareciera que este humilde opinador quiere desprestigiar la tarea del señor presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, pero yo les digo a mis pocos lectores que se nos muestre en donde, en qué lugar donde habita la clase trabajadora de este país su riqueza aumentó y por tanto sus grandes necesidades disminuyeron, no lo encuentro, no lo veo.

Nuevo León estado rico y próspero, pero mal distribuida la riqueza que se produce, ahí están las colonias de la periferia de la metrópoli, sin agua, sin energía eléctrica, sin pavimentación, sin drenaje, sin poder acceder a una educación de calidad, y la gente que vive en estas colonias llenas de miseria, sin poder emigrar a fraccionamientos o colonias que cuenten con todos los servicios necesarios, acceso a la salud, a la educación, donde laborar, empleos bien pagados, no se ve, o amigo lector, ¿ustedes creen que la gente le gusta vivir en la miseria y la inmundicia?, yo, humildemente pienso que no, que el contexto social en el que se desenvuelven donde viven día a día es el que los condiciona vivir como viven, sin más oportunidades, no quedándole más alternativa que resignarse a vivir como hasta ahora.

A este pueblo trabajador le hace falta darse cuenta, hacer conciencia de su verdadera situación ante el desarrollo de la sociedad, de que los apoyos directos que se le dan no bastan para mejorar su precaria forma de vivir, que en el continuo movimiento solo le alcanza para restar ciertas necesidades, pero que cuando se acaba dicho apoyo sigue siendo pobre, y vuelve a los lamentos. En contraparte el presidente de la república, en resiente visita al estado de Nuevo León, comentó, que en su sexenio obtuvieron excelentes ganancias comerciantes, empresarios y banqueros, haciendo referencia a estos últimos en palabras suyas que tuvieron utilidades récord, de 270mil millones de pesos de utilidad el año pasado.

El obrero y jornalero y cualquier trabajador del tipo que sea y en el grado que sea, aquel que lo único que tiene, que lo único con que cuenta para vender, es su fuerza de trabajo física e intelectual, fenómeno que se da dentro del sistema económico capitalista en su modalidad neoliberal, ahí donde los banqueros incrementan sus utilidades de forma ominosa, mientras aquel que trabaja día a día jornadas exhaustivas y excesivas recibe en el mejor de los casos apoyos directos, tarjetitas de bienestar; el trabajador productor de mercancías, generador de plusvalía debe darse cuenta que es explotado y expropiado de lo que produce con su fuerza de trabajo, que la remuneración que recibe, disque por su trabajo es falso, es un falacia, una gran mentira, oculta tan oculta que a veces hasta el mismo explotador se la cree, que la remuneración que recibe el trabajador en determinada jornada de tiempo es solo para subsistir, para que no se muera de hambre él y su familia. Darse cuenta que el único que produce riqueza nueva, es aquel ser ingenioso de carne y hueso vivo, porque solo el con el desgaste de su fuerza física e intelectual produce nuevas mercancías. En otras palabras y sin dogmatismos, la acción de la fuerza de trabajo que permite transformar las materias primas y crear una nueva mercancía, crea un nuevo valor, ya que los medios de producción, solo transfieren su valor al producto nuevo creado. Este incremento es lo que logra que el producto final tenga un valor superior a la sumatoria de las materias primas, las materias auxiliares, maquinarias, instalaciones y otros elementos esenciales para el proceso de trabajo, más lo que recibe como salario el trabajador. A este plus es lo que llama Marx plusvalía. Plusvalía que se la queda el burgués, el capitalista dueño de los medios de producción.

Esto es lo que debe saber y entender el obrero o el jornalero, todo ser viviente pensante productor de mercancías, para darle un giro al modo de producción existente, donde el trabajador haga conciencia de que son la mayoría y luche  por tomar el poder político por la vía democrática y  una vez en el poder  que los medios de producción sirvan para producir riqueza a fin de cubrir las necesidades de toda la población, sin concentraciones excesivas, y obviamente sin necesidades extremas, que la comunidad tenga lo necesario para llevar una verdadera vida digna. Tarea del pueblo unido, organizado y educado.

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